A propósito de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se realiza como todos los años el 25 de noviembre, y que tiene como propósito aumentar la conciencia social respecto al largo y doloroso camino de la violencia de género, pero sobre todo, honrar la memoria de todas aquellas mujeres que, desafortunadamente, pagaron con su vida el precio de la discriminación contra la mujer en todas sus formas, la violencia doméstica y el sistema judicial poco contundente para dar garantías y proteger a la mujer en todos estos escenarios de violencia de género en el contexto latinoamericano.
Quisiera entonces, dejar por sentado en este blog un reconocimiento a todas aquellas mujeres que, a pesar de la violencia y los estereotipos, han liderado iniciativas sociales que contribuyen a la construcción de una conciencia social frente a la violencia de género como una problemática tangible, como también a todas aquellas lideresas que a diario trabajan por la construcción de la paz y el desarrollo, por la reducción de las brechas sociales y por la protección de los derechos humanos de las poblaciones desatendidas de nuestro país, entre muchas otras funciones que realizan las mujeres para promover el liderazgo y la participación.
Dicho esto, es pertinente mencionar que en nuestro país las mujeres juegan un papel fundamental cuando se trata de construir conciencia social frente a la violencia de género; de acuerdo con la Red Nacional de Mujeres, en Colombia hay cerca de 1.352 colectivos y organizaciones sociales de mujeres con presencia en diferentes regiones del país, cuyo propósito es la defensa de los derechos de las mujeres a través de diversos procesos de activismo, incidencia y empoderamiento.
Para ejemplificar lo anterior, las protestas sociales de los últimos años han tenido una fuerte presencia de los diferentes movimientos y colectivos feministas que mediante expresiones culturales, símbolos y planes organizados de movilización, han logrado reavivar el sentimiento de lucha por la igualdad de género, la denuncia pública del abuso y el acoso y la lucha por reivindicar los derechos de las mujeres en el país, que por muchos años fue silenciada por el conflicto armado y que hoy todavía es una herida abierta.
De acuerdo con EL TIEMPO (2019), tan solo en Bogotá se han movilizado cerca de 7.000 mujeres este año para denunciar públicamente los abusos y la violencia de género y de la fuerza pública que estaba en auge desde el año pasado, así como también los incumplimientos por parte del Gobierno para proteger la vida de los líderes sociales y a su vez la falta de garantías de lo pactado en el acuerdo de paz. Las movilizaciones en el resto del país tuvieron el mismo tinte, y desde el 2018 las cifras van en ascenso, pues la lucha feminista se ha incrementado porque la firma del acuerdo requiere de la transición lógica al fin de la guerra, y los movimientos feministas dedican todo su trabajo a la construcción de paz y a la reparación en contextos de conflicto.
Adicionalmente, un artículo de la Pontificia Universidad Javeriana (Victoria & Ibarra, 2010) respecto a las movilizaciones de las mujeres en contra de la violencia de género en Colombia señaló que las mujeres se movilizan como víctimas de la violencia directa y la violencia estructural que padecen, esta última, es aquella que se origina en las instituciones, en la asignación de jerarquías y en el reparto desigual de poder, pero también lo hacen para transformar la violencia cultural. Esto último se evidencia a través de propuestas de mujeres que consideran que algunos órdenes deben ser interrumpidos; que cuestionan las nociones de la realidad y plantean la institución de nuevos modos de construirla, solicitando las garantías para el ejercicio de la democracia o para su auto institución como ciudadanos
En ese orden, el papel de la mujer en nuestro país es la clave para construir un futuro equitativo con mayores y mejores oportunidades para todos, y lo más importante: la construcción de una agenda integral de políticas orientadas a promover la igualdad de género en los diversos modelos políticos y sociales del mundo contemporáneo.
De acuerdo con organizaciones como ONU Mujeres y Unicef, en Colombia muchas son las organizaciones de la Sociedad Civil que trabajan por promover estrategias para aumentar la presencia de las mujeres en los escenarios y espacios estratégicos como cargos públicos, organizaciones no gubernamentales y todas aquellas entidades que contribuyan a la construcción de paz, en apoyo con la comunidad LGBTIQ teniendo en cuenta que las organizaciones de mujeres como constructoras de paz no son excluyente de otros grupos.
Muchas de las organizaciones de la sociedad civil que hoy trabajan para dar apoyo a los movimientos feministas, logran canalizar las disparidades históricas de género como la participación política de la mujer, el empoderamiento económico, las enfermedades de transmisión sexual, la violación de Derechos Humanos, la paz y seguridad, entre otras que han permitido que las mujeres encuentren un espacio para capacitarse, liderar y trabajar conjuntamente por cumplir objetivos comunes.
Como muestra de esto, el año pasado ONU Mujeres y la FIP realizaron una alianza estratégica para construir dos cartillas que brindaran herramientas técnicas para la construcción de paz en nuestro país, esta información ayudó a sistematizar los aportes de la sociedad civil al proceso de paz con el apoyo de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz. Estos ejemplares fueron presentados en diferentes espacios como los foros de participación política, fin del conflicto y víctimas, la Cumbre Nacional de Mujeres y la Subcomisión de Género. Gracias a esta información sistematizada, la FIP y ONU Mujeres. en coordinación con la OACP, brindaron al país información valiosa sobre la participación de las mujeres y la población LGBTI en las temáticas que son su prioridad dentro de la elaboración de políticas públicas en el marco de la implementación del Acuerdo de Paz.
Podría decirse entonces que estas organizaciones han aportado para el fortalecimiento de la presencia de las mujeres en el escenario público. Cada vez más, las mujeres lideran procesos dentro y fuera de las instituciones públicas, hacen presencia en los territorios, se acercan a las comunidades desatendidas, lideran procesos de reincorporación y se comprometen siempre con la causa. Cada vez más, hay mujeres empoderando a otras mujeres, siendo ésta una manera para alcanzar impactos reales en el país.
Es claro que los retos siguen siendo grandes. Por ejemplo, todavía no hay medidas judiciales efectivas que reduzcan los feminicidios que aumentaron por causa de la pandemia. La violencia de género es una realidad dolorosa que el sistema judicial no ha logrado resolver. Pero también, las mujeres estamos cada vez más presentes en las comunidades, los territorios, las instituciones, las organizaciones no gubernamentales, liderando procesos, ciudades, instituciones y demás espacios que reafirman que aquí estamos y aquí seguiremos. En definitiva, hay cada vez más mujeres empoderando a otras mujeres.
Referencias
Victoria, María Irene & Ibarra Melo, María Eugenia (2010). Movilizaciones de mujeres en contra de la violencia de género en Colombia. Perspectivas Internacionales 6(1). Recuperado de https://revistas.javerianacali.edu.co/index.php/perspectivasinternacionales/article/view/824
EL TIEMPO. (2019). Revista El TIEMPO.Mujeres y paro nacional, la mezcla de la última marcha en Bogotá.Recuperado de https://www.eltiempo.com/bogota/mujeres-y-paro-nacional-marcha-del-25-de-noviembre-en-bogota-437354
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Abogado de la Pontificia Universidad Javeriana, con Maestría en Derecho y Economía de Seguros de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de Lovaina en Bélgica. Ha desempeñado cargos públicos desde 1999 como Secretario General de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia, Procurador Cuarto Delegado ante la Sección Tercera del Consejo de Estado, Vicepresidente de la Comisión Nacional de Control y Asuntos Electorales de la Procuraduría General de la Nación, y desde el 2015 hasta el 2019 fungió la Dirección General de la Registraduría Nacional del Estado Civil.
Desde 1999 y hasta la fecha, ha sido Profesor de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Pontificia Universidad Javeriana y ha publicado diferentes artículos en las Revistas Oficiales de la Universidad, como también, ha escrito y publicado varias obras jurídicas publicadas por la misma Facultad, de estas destacan Lecciones de Derecho Procesal Administrativo y Derecho Procesal Administrativo Tomo I y II, entre muchas otras.
Actualmente se desempeña como Director General de la Fundación Colombia 2050.